¿Qué aporta la escuela a la prevención de desastres socio-naturales?
diciembre 2, 2021
Dos expertas en la materia, Valeria Cabello, de la Universidad Católica, y Diana Rodríguez, de la Universidad Pedagógica Nacional de México, compartieron y reflexionaron sobre experiencias de educación científica escolar que abordan fenómenos como los terremotos y tsunamis, y cómo éstas aportan a la prevención.
Chile es uno de los países más tectónicos del mundo, habiendo vivido el terremoto más grande del que se tiene registro, en el año 1960 en Valdivia. Es por ello que integrar la educación sobre prevención de estos fenómenos es crucial en la educación básica. Así lo creen las expertas que participaron en el seminario internacional “¿Qué aporta la escuela a la prevención de desastres socio-naturales?”, organizado por la Facultad de Educación de la Universidad Católica.
Las expositoras fueron Diana Rodríguez, académica de la Universidad Pedagógica Nacional de México, quien compartió experiencias didácticas en educación primaria en el país, y Valeria Cabello, académica y jefa del doctorado en Educación UC, cuya presentación se enmarcó en el proyecto Fondecyt 11181050, que cuenta con el apoyo del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN).
Valeria Cabello expuso sobre trabajos realizados en escuelas cercanas a la Falla de San Ramón, en Santiago, donde desde la psicología educacional se buscaba comprender cómo los niños y niñas aprenden ciencias a partir del conocimiento sobre los desastres socio-naturales como terremotos y tsunamis: “Explicar en ciencias permite estructurar el pensamiento de las y los niños hacia uno más de tipo lógico y causal”. Por ello, “lo que hicimos fue tomar el desarrollo del razonamiento infantil contextualizado en estos fenómenos, y ver qué otras habilidades se van desarrollando que tengan conexión con la vida sustentable y en comunidad: habilidades para la vida”, explicó.
En ese sentido, para la académica, un punto importante es el reconocimiento de las y los estudiantes de enseñanza básica “como sujetos y sujetas de derecho, que tienen una voz y que están marcados por temáticas que les afectan”. Para ello, recomendó ver desde el currículum qué fenómenos se pueden abordar y trabajar con las y los profesores que permitan hacer un ejercicio de restitución del derecho a opinar de los niños y niñas.
Una forma de integrar las opiniones de niños y niñas y favorecer el discurso y las interacciones en la sala de clases es a través de la modelización, explicó Diana Rodríguez, quien se centró en experiencias en educación primaria en México. “La modelización es identificar un fenómeno, construir un modelo y expresar ese modelo de diferentes formas: escritura, maqueta, modelos corporales, que permitan expresar esa construcción abstracta y cargada de significado para explicarlos, revisarlos y evaluarlos”. Se trata de tomar fenómenos relevantes escolarmente, como el de los terremotos, para que estudiantes puedan construir modelos que los expliquen y que les permitan empoderarse y comprender de mejor forma las temáticas, señaló.
En ese sentido, para la vicedecana de la Facultad de Educación, Pilar Cox, “aprender sobre desastres socio-naturales tiene que ver con la prevención de éstos. Pero, también, tiene que ver con la sustentabilidad y desarrollo sostenible, que son temas relevantes para el país y para nuestra Facultad, donde trabajamos para integrar este eje en la formación de los futuros profesores y profesoras”.
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