Qué aprendemos de la vida cuando la muerte llega a la escuela: Hacia una comprensión de los significados de la vida que elaboran los jóvenes ante la muerte de un integrante de la comunidad escolar.

Si bien la muerte de un cercano genera honda tristeza, hay evidencia de que también puede conducir a una resignificación de la vida. Una de las instituciones que más puede acompañar este proceso es la escuela, especialmente si el fallecido es un integrante de ella (como un apoderado, profesor, directivo, alumno o administrativo). 

De aquí que cabe preguntarse: ¿qué significados de la vida han elaborado los jóvenes que experimentaron la muerte de un miembro de su establecimiento? ¿Cómo la escuela favorece y/u obstaculiza estas elaboraciones en la perspectiva del desarrollo espiritual? 

Considerando estas preguntas se desarrolla un estudio cualitativo, con un enfoque narrativo, de ocho jóvenes egresados de establecimientos católicos y laicos, de distintos grupos socioeconómicos, que durante su etapa escolar experimentaron una situación de muerte.