Doctorado en Educación UC: Un programa de prestigio internacional

Actualmente el Doctorado en Educación UC cuenta con 10 estudiantes extranjeros, quienes destacan el prestigio del programa y las posibilidades de internacionalización que este ofrece.

Durante seis días, Andrea Espejo recorrió en su camioneta desde Perú los más de 3.000 kilómetros que separan a Lima, capital de su país natal, de Santiago de Chile. Lo hizo en compañía de sus tres gatos. Ese viaje, cuenta hoy, fue el primer paso para sus objetivos y sueños: imaginar y construir una ruta de vida internacional. Y en ese proyecto, asegura, el Doctorado en Educación UC, al cual se incorporó en marzo de 2023, es clave. 

Es bachiller en música y eso la llevó a visitar anteriormente distintas ciudades de Chile, pero de todas formas estaba llegando a un país donde era una desconocida, comenta. “Me estaba viniendo a un país nuevo, donde nadie sabía quién soy. Por lo mismo, el hecho de que el Doctorado en Educación UC fuera un programa reconocido era muy importante para mí. Mi única credencial es que era estudiante de algún lugar, de algún doctorado, entonces sentía que sumarme a este programa iba a ser un punto a favor”. 

Andrea forma parte del total de 10 estudiantes extranjeros que apostaron por el Programa de Doctorado en Educación UC, provenientes de países como México, Perú, Colombia, República Dominicana, Brasil, Hungría y Cuba. “Nuestro doctorado atrae el interés de estudiantes extranjeros ya que dentro de la región es sin duda uno de los mejores en el área y tiene reconocimiento internacional”, explica Valeria Cabello, jefa del programa de Doctorado en Educación UC. 

“Todas mis interacciones desde el inicio con la Universidad Católica fueron a mi favor”, cuenta Andrea cuando rememora sus primeros meses en el país. Comenta que el equipo del Doctorado en Educación UC le brindó la ayuda necesaria para agilizar distintos trámites migratorios, al mismo tiempo que su director de tesis se reunía con ella para conocer y comentar el proyecto de investigación que tenía en mente. 

Ese proyecto, explica, tiene relación con mirar el currículo, pero no de una forma tradicional, sino que “entendido como un fenómeno que ocurre en las aulas o fuera de ella, de manera particular e individual para cada estudiante”. A futuro, planea desarrollar su trabajo de campo en Chile. “Hoy mi vida está aquí, en Chile. Yo me imagino desde acá. Quería explorar el mundo”, asegura. 

El doctorado como una ventana al mundo

Luego de varios años viviendo en Chile junto a su pareja, de aprender español, trabajar como profesora de idiomas y colaborar en espacios ligados al arte, la profesora húngara Kata Springinzeisz comenzó la búsqueda de un doctorado de excelencia que acogiera sus inquietudes investigativas, llegando en 2019 al Programa de Doctorado en Educación UC, del cual está pronta a egresar. 

Buscó un programa donde los profesores y la trayectoria le aseguraran que podía avanzar en una dirección interdisciplinaria, desarrollando su investigación sobre la inclusión social a los museos de arte chilenos. Una vez dentro, conoció otras cualidades del programa. “Cuando entré al doctorado, no sabía que tenía una fuerza y un punto fuerte respecto a la metodología, tanto cualitativa como cuantitativa y mixta. Eso me sirvió mucho, porque vengo de un ambiente de Humanidades”, explica. 

Otro punto que destaca es la oferta de convenios de internacionalización que posee el doctorado, donde se puede obtener doble grado en la titulación con otras universidades extranjeras, por ejemplo, europeas. “Se ofrecen muchas opciones para realizar pasantías en distintas partes del mundo, y en universidades de prestigio como Harvard y California”, dice la estudiante. 

Existen además becas de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y de la Vicerrectoría de Investigación UC (VRI), que son para estudiantes chilenos y de otros países, lo cual facilita la movilidad, comenta Valeria Cabello.

El doctorado, dice la jefa del programa, “fomenta que sus estudiantes realicen pasantías en el extranjero, por lo que la formación se comparte con académicas y académicos del más alto nivel. Es decir, nuestro programa actúa como catalizador de la trayectoria internacional de las y los estudiantes”.

¿Por qué escoger a la Universidad Católica para realizar un Doctorado en Educación? La estudiante Andrea Espejo responde con determinación: “Por prestigio académico y global. El hecho también de poder luego desarrollarme fuera de Chile, son beneficios del programa que me interesaron profundamente”. 

También lo cree hoy Kata Springinzeisz. “Es una universidad muy competitiva, tanto en las investigaciones como en los profesores. Una universidad que mundialmente tiene un nombre. Valoro también las redes nacionales e internacionales que ofrece el Doctorado y las posibilidades de colaboración con centros y otros investigadores que permiten enriquecer mi trabajo”, concluye la estudiante.