El potencial educativo del Río Loa: una oportunidad para difundir su valor ambiental y patrimonial desde las comunidades educativas
agosto 8, 2024
En 2021 la UC recibió de parte del Ministerio de Bienes Nacionales la concesión de ese sector para su investigación, conservación y difusión, donde además se establecerá una estación científica.
En pleno desierto de Atacama, con la cordillera de la costa a un lado y el océano Pacífico al otro, un grupo de 27 educadoras observa los alrededores del Loa, el río más largo de Chile y que cruza de un extremo a otro el desierto más árido del mundo. Las educadoras y representantes de jardines infantiles de las siete comunas de la región miran los vestigios de lo que fueron los primeros asentamientos humanos de la zona. Conocido como Caleta Huelén 42, fue un sitio habitacional de más de 100 estructuras datado entre 4.700 y 3.700 años atrás, asociado a grupos cazadores-recolectores marítimos del arcaico tardío.
En 2021 la Universidad Católica recibió de parte del Ministerio de Bienes Nacionales la concesión de ese sector para su investigación, conservación y difusión, donde se buscará levantar datos arqueológicos y socioambientales, además de una ruta patrimonial, vitrinas y una estación científica. Es por eso que el pasado 17 de junio se organizó un encuentro entre las educadoras de la zona con integrantes de la Estación Loa UC, en el marco del Programa de Indagación para Primeras Edades (PIPE) que forma parte del Programa Explora, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
La zona, declarada el año 2005 como Bien Nacional Protegido, abarca 508,31 hectáreas, ubicadas en las comunas de Iquique y Tocopilla. Allí la Estación Loa UC busca impulsar centros de sinergia regionales que dialoguen con las necesidades y realidades del país, convocando a diversos actores locales, instituciones públicas y privadas. Su objetivo es potenciar la investigación científica y trabajar en planes de manejo patrimoniales que incentiven la conservación y difusión del patrimonio cultural y natural presente en la desembocadura del Río Loa.
Las educadoras escucharon y dialogaron durante la instancia con la directora de la Estación Loa UC y académica de Antropología UC, Virginia McRostie, y Jadhiel Godoy Molina, biólogo marino de la Seremi de Medioambiente de Tarapacá. Además en el encuentro participó la académica de Educación UC Cecilia Ramírez, investigadora responsable del proyecto interdisciplina “Estación RCER Loa: vinculando los establecimientos educacionales locales y regionales, a través de difusión ambiental y patrimonial“, que busca vincular la Estación Loa con establecimientos educacionales cercanos al Bien Nacional Protegido Desembocadura Río Loa.
Cecilia Ramírez es la investigadora responsable del proyecto, quien trabajará en conjunto con el co-investigador Felipe Martínez de Antropología UC. El proyecto busca vincular la RCER, y particularmente la Estación científica Loa UC, con los establecimientos educacionales de educación inicial, básica y media más cercanos a la Desembocadura Río Loa, a lo largo del cordón litoral. A través de la educación logrará introducirse en temas de gestión escolar, contenidos de malla y pertinencia de temáticas que la estación Loa UC puede nutrir con ciencia y terreno, generando una retroalimentación entre las miradas locales y las científicas.
“Este tipo de actividades entrega experiencias desde lo vivencial, y permite que las participantes, a su vez, puedan traspasar esta información a las niñas y niños en sus aulas, logrando que este conocimiento sea significativo”, dice Iris Scopinich, encargada del programa PIPE.
Riqueza arqueológica y biológica
Este sector, explica Virginia McRostie, fue un corredor ecológico y cultural para muchas poblaciones precolombinas que lo usaban como su camino. Hay también muchos sitios arqueológicos de distintos periodos y de distintas etnias o grupos que confluían allí para realizar también intercambio.
“Hay evidencias, pero en verdad se ha trabajado poco, de por lo menos 5.000 años atrás, donde estos grupos no solamente están pasando, sino que también se están asentando aquí. Esta zona tiene un patrimonio cultural muy rico que necesita ser más investigado y que también ha sido fuertemente alterado por huaqueo o por faenas actuales”, menciona McRostie.
Dentro del ecosistema más árido de la tierra, la desembocadura del Río Loa constituyó una importante fuente de recursos no solo para poblaciones prehistóricas, sino también para diversas especies de animales y plantas. Esta área sirve como refugio para aves marinas y migratorias, albergando un humedal esencial para conservar la biodiversidad marina y terrestre.
Jadhiel Godoy Molina, biólogo marino y profesional de recursos naturales y biodiversidad de la Seremi de Medioambiente de la Región de Tarapacá, explica que se trata de un sitio prioritario para la conservación, y que es importante que posea un administrador que pueda hacerse cargo del lugar, así como de su difusión y protección. Allí, el rol de la UC es clave.
“El Loa es un lugar intermedio entre la Región de Tarapacá y de Antofagasta, pero no ha sido bien explotado en el sentido de la educación ambiental. Aquí tenemos un potencial tremendo. Durante la charla con las educadoras comentábamos que es necesario difundir lo que tenemos en la región, tanto arqueológica como biológicamente. Siempre cuando llegamos a la Región de Tarapacá vemos más bien lo que pasa en el interior, en el altiplano, pero tenemos la costa. Tenemos una biodiversidad y una riqueza de gran valor, y eso hay que fomentarlo a las educadoras y a los chicos”, dice Godoy.
Un cambio educativo y ciudadano
La educadora Evelyn Otarola, del jardín infantil Los Pioneros de Alto Hospicio, ha vivido toda su vida en Iquique. Pero esta, asegura, es la primera vez que se detiene a observar la desembocadura del Río Loa.
“Creo que fue una salida súper fructífera, ahora tenemos mucho material para entregarle a nuestros niños y niñas de la primera infancia. Fue una gran experiencia ver cómo se une el río con el mar, y ver tantas especies que uno no conoce y que están acá en nuestro mismo sector. Uno ve esto a la pasada cuando viaja, ve el puente, pero estar aquí in situ en el humedal es maravilloso”, dice la educadora.
Camila Ulloa, su colega, añade que esta fue una experiencia de recuerdos y emociones. “Sería bueno que esto pudiera llegar desde las comunidades educativas a la ciudadanía, que haya un cambio transversal. Chile es uno de los países más diversos en paisajes y naturaleza, entonces debemos nosotras, como educadoras, sacarle más provecho a nuestro país que es tan hermoso. No cualquiera tiene el mar, el río, los cerros y el desierto todo acá junto en esta zona. Necesitamos potenciar esta área natural en términos de educación pero también en nuestra sociedad”, dice Camila Ulloa.