Facultad de Educación UC recibió a Embajadora de Palestina en conversatorio sobre solidaridad, mujeres y educación
octubre 2, 2025
El pasado jueves 25 de septiembre, la Facultad de Educación fue escenario de una significativa instancia de encuentro y reflexión en el marco del Ciclo de Charlas “Educación, Democracia y Género”, organizado por la Subdirección de Género.
La actividad, dedicada a pensar la solidaridad como concepto político y pedagógico, contó con la participación de la embajadora del Estado de Palestina en Chile, Vera Baboun, quien fue recibida por la vicedecana de la Facultad de Educación, Daniela Véliz. La embajadora fue acompañada por una comitiva de nueve diplomáticas y diplomáticos de distintos países. Junto a ella también participaron las académicas Sandra Vera, de la Universidad Alberto Hurtado y María Soledad del Villar, teóloga quienes aportaron con perspectivas críticas desde el feminismo y la teología feminista, enriqueciendo el carácter triestamental e interdisciplinar de la conversación.
Un espacio para la escucha y el diálogo
Durante la jornada, se compartieron reflexiones en torno a la solidaridad desde distintas experiencias y trayectorias. La embajadora Baboun destacó la necesidad de que la comunidad universitaria latinoamericana fortalezca los lazos con Palestina y con los pueblos que luchan por justicia, subrayando la importancia de la educación como motor de resistencia y de construcción democrática. En su presentación enfatizó que “la solidaridad no es un gesto vacío: es una acción que preserva la existencia de Palestina y defiende derechos en toda su amplitud: participación democrática, acceso a la educación, justicia de género y dignidad humana».
Asimismo, visibilizó el impacto específico de la violencia en las mujeres palestinas, describiendo la situación en Gaza como “una guerra contra las mujeres”, con miles de vidas arrebatadas, servicios de salud destruidos y un aumento en la vulnerabilidad de mujeres y niñas.
Estas reflexiones evidenciaron cómo la solidaridad internacional debe ser una práctica transformadora que confronte la impunidad y mantenga vivo el camino hacia la libertad.
Aportes académicos y críticos
La investigadora Sandra Vera presentó el Proyecto de investigación Anillo Disonancias, destacando cómo el movimiento feminista ha tensionado las estructuras universitarias e incidido en los procesos de institucionalización de políticas de género. Subrayó que el feminismo ha contribuido a profundizar el concepto de democracia, politizando los afectos y nutriendo la conversación democrática para la sociedad en su conjunto, siempre con un compromiso activo hacia la justicia de género.
Por su parte, la investigadora María Soledad del Villar compartió una reflexión crítica sobre las experiencias de la Iglesia Católica en la defensa de los derechos humanos durante la dictadura y los abusos al interior de la institución. Sostuvo que reconocer la voz de las víctimas como lugar teológico implica transformar las estructuras de silencio en prácticas críticas de denuncia y de escucha activa, capaces de hacer justicia epistémica.
En su intervención, planteó que una solidaridad feminista en contextos eclesiales supone tejer comunidad entre cuerpos vulnerados, entendiendo que la vulnerabilidad no es lo contrario a la vida, sino precisamente su expresión más radical: la capacidad de sostener la existencia incluso en medio de la muerte. Asimismo, llamó a frenar los discursos de odio y apelar a alternativas humanistas, que nos devuelvan la responsabilidad del cuidado del otro. En sus palabras, “si evado mi responsabilidad, genero daño”; por ello, la solidaridad cristiana y feminista debe abrirse más allá de los contextos particulares, como un compromiso universal frente a la violencia y la exclusión.
Compromiso institucional
La Subdirección de Género de la Facultad de Educación valoró la alta convocatoria y el carácter triestamental del conversatorio, reafirmando el compromiso de la universidad con la construcción de espacios de diálogo inclusivos y críticos, con perspectiva de mujeres y feminista, para el fortalecimiento de democracias más estables y justas.
Este encuentro no solo permitió profundizar en la relación entre educación, género y democracia, sino también en la urgencia de articular solidaridades internacionales desde la universidad frente a contextos de violencia, exclusión y resistencia.
