Una oportunidad de inserción para mujeres privadas de libertad
mayo 6, 2022
“Una vez hice un curso de Infocap que está dentro de la cárcel, en el que nos enseñaron gastronomía. Pero yo no podía seguir una receta, porque no sabía leer. O sea, no entendía lo que leía y me costaba escribir. Empecé a darme cuenta que me hacía falta como persona aprender lo más básico, porque de alguna forma me discriminaban y yo notaba eso”, recuerda Rosario Triviño, quien estuvo privada de libertad en el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, y fue la primera mujer egresada de una carrera apoyada por la Fundación Mujer Levántate y TELEDUC, iniciativa de la UC que busca que las mujeres detenidas puedan estudiar.
Rosario se propuso estudiar y sacó tres cursos en uno, luego rindió la PSU. “No saqué tan excelente puntaje, pero fui capaz de entender y de responder, eso fue una buena experiencia”, comentó y agrega que obtuvo una beca gratuidad. Le preguntaron si quería estudiar y ella accedió: “Me ofrecieron seguir Técnico en Enfermería. “¿Lo tomas o lo dejas?”, me preguntaron, “lo tomo”, respondí. El lunes me fui a matricular al Duoc UC y el martes ya tenía que ir a estudiar, ni siquiera me dio tiempo para asimilarlo”.
A pesar de las dificultades en el inicio de su carrera, como el estigma de haber estado en la cárcel, ser excluida de sus clases, vivir en un contexto de estallido social y posterior pandemia, Rosario siguió adelante. “En el camino me fui enamorando de la carrera y ahora estoy enamorada de esta profesión. Además, que yo tengo carácter y soy preguntona. Le preguntó a los pacientes: ¿Qué le pasó, qué remedio toma y por qué toma ese remedio…? Soy como bien intrusa y copuchenta. Así que esta profesión es como un anillo en el dedo para mí”, declara y añade que la educación es importante y le cambió la vida. “Es un arma, porque puedes hablar con fundamentos, no hablas sobre la ignorancia. Me siento súper fortalecida como mujer. De alguna forma, te miras y te descubres. Me descubrí”.
Educación en libertad
Las felicitaciones y aplausos a Rosario en su graduación no se hicieron esperar, apenas entró a la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal en el Campus San Joaquín, junto a la Hermana Nelly León, presidenta de la Fundación Mujer Levántate, la esperaban, con bastante emoción, el decano Rodrigo Figueroa y el profesor de la misma facultad, Eugenio Bobenrieth; la ex decana y académica de la Facultad de Educación Lorena Medina; la directora de Inclusión Catalina García; Lilian Canales, de la Facultad de Ciencias Sociales; Leyla Darras, coordinadora de Solidaridad de Pastoral UC; y José Luis Mojica, tutor de Rosario y egresado de Ingeniería Comercial.
Las y los académicos postularon el proyecto al concurso de la Vicerrectoría de Investigación y Pastoral UC, gracias a esa iniciativa crearon huertas en el “patio católico” del centro penitenciario, donde conocieron a la hermana Nelly; realizaron talleres donde les enseñaron a las internas sobre plantas medicinales y algunos usos. Desde ahí, esbozaron la idea de apoyar el proceso formativo de las internas.
Por esa razón, invitaron a participar en este proyecto a la entonces decana de Educación, Lorena Medina. “Pensamos una propuesta de trabajo y apoyo educativo, creamos el nombre TELEDUC (En libertad de Educación) y convocamos a instancias de la Facultad que pudieran aportar en esta tarea. Fue así como vinculamos a la recientemente creada Red Aprende de la Facultad, coordinada por la profesora Olga Espinoza y constituida por estudiantes y académicas/os voluntarios; así como a nuestro CENTRE UC, de modo de ofrecer Becas de perfeccionamiento a profesores del Liceo Santa María Eufrasia”, cuenta la académica. Además sumaron al ex decano de Ciencias Sociales, Eduardo Valenzuela, quien nombró como representante de su Facultad a Lilian Canales, invitaron al Preuniversitario UC, la Dirección de Inclusión y la Pastoral. En conjunto le presentaron el proyecto al rector Ignacio Sánchez, quien lo apoyó con un financiamiento para su operación inicial.
Trece estudiantes
El logro de Rosario no es solo una satisfacción personal. Según la académica Lorena Medina, el que ella lo haya logrado es una señal para las internas que quieren cambiar su vida, proyectarla e insertarse socialmente. Hoy son trece mujeres las que se encuentran estudiando carreras técnico profesional y tres de ellas pronto se titularán.
Actualmente el proyecto busca fortalecerse y seguir creciendo para que más mujeres tengan la posibilidad de nivelar sus estudios y seguir una carrera. Para ello, como explica Lorena Medina, “se requiere de sinergias interinstitucionales, apoyo, acompañamiento académico, psicosocial y estructuras estables en el programa que se muestran como constitutivas de una organización, una comunidad de apoyo a través de la cual puedan canalizar sus anhelos y depositar su confianza, muchas veces dañada por su experiencia vital” y finaliza diciendo que “la educación es un vehículo potente y liberador, que bien conducido, debiera aportar al desarrollo de una mayor autonomía y de un proyecto de presente y futuro que impulse un cambio relevante en sus vidas”.