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Académicos dialogaron sobre identidad del educador UC a la luz de Ex Corde Ecclesiae

agosto 11, 2015


Analizar los temas y desafíos que plantea la encíclica Ex Corde Ecclesiae y su relación con la identidad del educador UC fue el tema que convocó la mañana del 21 de agosto a los profesores de la Facultad de Educación en una jornada de reflexión sobre cómo responder a los retos que plantea a los educadores este documento del Papa Juan Pablo II publicado hace 25 años.

Dicha jornada fue organizada por la profesora Julia Sequeida de la Facultad de Educación y tuvo la presencia del rector Ignacio Sánchez, el Vice Gran Canciller Cristián Roncagliolo, la académica de Educación UC Lorena Medina, la Premio Nacional de Ciencias de la Educación en 2011 Érika Himmel, además del vicario de la Educación del Arzobispado, Presbítero Tomás Scherz.

Respecto la encíclica y la misión que marca para las universidades católicas, el rector de la UC señaló que “a 25 años de la presentación de la encíclica Ex Corde Ecclesiae, como Universidad Católica chilena reforzamos el compromiso de realizar todos los esfuerzos necesarios para desarrollar una comunidad auténticamente humana, que se anime por un “espíritu de libertad y de caridad”, caracterizado por el respeto recíproco, el diálogo constante y los derechos de cada uno de sus miembros”.

“Un buen educador puede influir en cualquier contexto”

El primer panel de conversación lo integraron el Vice Gran Canciller de la Universidad Católica Crisitián Roncagliolo, el vicario de la educación Presbítero Padre Tomás Scherz y Érika Himmel, profesora emérita de la UC y Premio Nacional de Educación.

En su presentación, la académica recalcó que la formación de una identidad UC debe ir acompañada del respeto a las diferencias y particularidades de cada integrante. “La necesidad de un proyecto educativo de formación de profesores común es vital. No es lo mismo formar una educadora de párvulos, que un educador de enseñanza media o un magister, pero tiene que existir un pensamiento común acordado por la comunidad académica en que todos estemos de acuerdo, que debe marcar las líneas centrales en las que tenemos acuerdo y debemos prestar nuestro apoyo para que los alumnos puedan apropiarse de ellas. Que los alumnos incorporen en su ser qué es ser un profesor de la Pontificia Universidad Católica”, sostuvo y agregó que cualquier educador formado en la UC debe tener una opción definida por la educación y que debe ser consciente de que son agentes de cambio.

Por su parte, el Vice Gran Canciller UC Cristián Roncagliolo, apuntó al origen de las universidades católicas en el mundo. “Una universidad católica, por su misma naturaleza, supone una cosmovisión del hombre y del mundo, en la que se insertan los conocimientos que el alumno va adquiriendo y que configuran su personalidad en todos los niveles. Estos proyectos educativos, por tanto, tienen su cosmovisión y su antropología, que no vienen a sustituir los principios y métodos de cada ciencia sino que los integran respetuosamente en el marco de dicha cosmovisión y antropología.”

-Este horizonte se puede alcanzar en la medida que los docentes se aventuran, en los campos propios de su enseñanza, en el apasionante camino del diálogo entre la fe y la razón. No se podrá hacer si ellos mismos no han hecho su propia síntesis personal, en la que la dialéctica entre fe y razón no se explica mediante la contraposición sino por la mutua relación complementaria. Por otra parte, el alumno no realizará la unificación existencial a la que se refiere el documento Ex Corde Ecclesiae si no ve testigos de esa unidad de los dos órdenes de realidades en quienes son sus maestros -argumentó.

Al cierre del primer panel, el vicario de la Educación Tomás Scherz relevó la importancia que señala Ex Corde Eclessiae respecto formación espiritual como elemento indispensable de la formación de un buen profesional. “Una universidad de espíritu debe tener como centro la búsqueda de la verdad, una universidad debe incorporar estos elementos sino quiere transformarse en una fábrica de buenos técnicos y profesionales. Detrás de este convencimiento subyace una idea más profunda y es que lo más importante en educación es el sujeto que se educa en su calidad de persona. No podemos formar bueno profesionales sino desarrollamos y nos preocupamos el contexto y desarrollo humano de cada uno de los estudiantes” advirtió el padre Scherz.

El rol del educador 

El segundo panel dialogó sobre cómo vive la misión solidaria el educador formado en la UC, coincidiendo y relevando la importancia que tiene el trabajo y esfuerzo diario en la búsqueda del perfeccionamiento y un mejor cumplimiento de la misión educadora. En este aspecto, la conversación fue moderada por el Secretario Académico de la Facultad de Educación, Guillermo Marini, y lo integraron el profesor de la Facultad de Educación Guillermo Zamora, la ex alumna de la universidad y profesora de educación básica Rosario Aguayo y la alumna María José Maturana.

“Creo que para un educador lo principal son las ganas y creatividad para acercar el conocimiento a los niños y poder hacer frente a las dificultades que aparecen en el camino. Es importante no dejarse abatir por la dificultades que se encuentran en el camino del profesorado, sino mantener siempre vigente la idea de que por quién se trabaja son los niños y la posibilidad de desarrollo de ellos”, señaló Rosario Aguayo.

El panel estuvo marcado por un fructífero intercambio de opiniones y preguntas del público, quienes debatieron activamente sobre el rol del educador UC a la luz de Ex Corde Eclessiae.

El cierre de la jornada fue dado por la académica de la Facultad de Educación UC Lorena Medina, quien destacó tanto la misión de la universidad como el testimonio que de ella dan sus alumnos. “En su inicio Ex Corde Eclessiae señala que nacida en el corazón de la Iglesia, la Universidad Católica se inserta en el curso de la tradición que remonta al origen mismo de la Universidad como institución, y se ha revelado siempre como un centro incomparable de creatividad y de irradiación del saber para el bien de la humanidad”.

Además, la académica destacó la participación de los estudiantes “no sólo en actividades de Pastoral a través de los tres grupos que tenemos en la Facultad de Educación, que hacen un gran trabajo, sino también desde la perspectiva de los trabajos en poblaciones y sectores vulnerables, donde nuestros alumnos participan y luchan por generar cambios que favorezcan a los niños del país, ya sea través de distintos grupos de estudiantes, de sus prácticas o de su carrera profesional”, finalizó.

Texto: Luis Gómez, Facultad de Educación