Chad, África: Las oportunidades de internacionalización curricular que ofrece Educación UC
enero 2, 2024
A partir de 2024, la Vicerrectoría de Asuntos Internacionales financiará todos los años una beca para la o el estudiante de la Facultad de Educación UC que decida viajar a Chad.
Durante 2023, dos estudiantes de pregrado de la Facultad de Educación UC viajaron a Chad, África, a realizar actividades curriculares en el marco del programa “Pallqa de cooperación y liderazgo en un contexto internacional”, el cual busca que estudiantes UC puedan aportar al desarrollo regional en conjunto con organizaciones no gubernamentales insertas en comunidades locales en distintos lugares del mundo.
Mariana Zeballos e Isidora Fernández viajaron en enero y octubre de 2023 respectivamente a África, a realizar su Práctica Profesional II y Seminario de Investigación junto a una fusión de la Práctica Profesional III.
Los viajes de las dos estudiantes estuvieron contemplados en el plan piloto realizado por la Universidad Católica, y, a partir de 2024, la Vicerrectoría de Asuntos Internacionales financiará todos los años una beca para la o el estudiante de la Facultad de Educación UC que decida viajar a Chad. Este 2024 será Bernardita Pérez Santander, estudiante de Pedagogía en Religión UC,quien vivirá la experiencia internacional.
Profesionales con mirada amplia
Maili Ow, académica de la Facultad de Educación UC, ha estado promoviendo cursos de fomento lector y apoyando la implementación de una biblioteca en el jardín infantil que dirige la congregación católica Misioneras de Cristo Jesús en la ciudad de Abéché, Chad. Ow es quien ha acompañado en ambos viajes a las estudiantes de la Facultad.
La académica sostiene que esta oportunidad permite a las y los estudiantes desarrollar competencias globales, estableciendo vínculos con socios comunitarios en otras partes del mundo. “Esto aporta a su formación profesional con una mirada más amplia, donde la internacionalización es clave, porque les supone hablar en otros idiomas y vincularse con gente de otras culturas, desarmando sus preconcepciones”, dice la académica.
Se pone en acto —continúa— lo que las estudiantes han aprendido en la Facultad, pero en un contexto desafiante. Eso requiere flexibilidad para ajustarse a otros tiempos y espacios, a otras relaciones sociales, comidas, cultura y creencias religiosas.
“Creo que para la formación de las y los estudiantes, es muy potente tener estas experiencias, y tiene una repercusión. No solo van a cooperar y a hacer un aporte, sino que también traen de vuelta una serie de aprendizajes para compartir con los demás”, apunta Maili Ow.
Crecer profesional y humanamente
Hoy, tras su viaje, dice Isidora Fernández, no dudaría en recomendarle a alguien que viva la misma experiencia. La califica como una vivencia potente e interesante, de mucha construcción tanto en su formación valórica como académica.
“No solamente me dio herramientas como persona, para enfrentarme en un contexto completamente distinto y socialmente muy diferente. También me dio herramientas en lo académico. Fue de mucho crecimiento el poder darme cuenta de lo que me ha brindado la Universidad Católica y la Facultad de Educación UC, y que puedo poner en práctica sin necesariamente hablar el idioma”, dice Isidora Fernández.
“Sin problema pudimos transmitir a los niños el conocimiento por ejemplo de la escritura occidental, los números y la escritura inicial. Y eso sin ni siquiera poder comunicarnos directamente con los niños. Era a señas, dibujos. Usando la creatividad de donde no teníamos. Era ver que uno realmente es capaz”, añade la estudiante.
Bernardita Pérez, estudiante de Pedagogía en Religión UC, quien viajará en 2024 a Chad, cuenta que para ella, más que expectativas, hay esperanzas.
“Creo que este viaje va a significar a nivel académico y también a nivel personal el cultivo de mucha esperanza, porque creo potentemente que es Jesús que ha puesto este viaje en mi camino, este nuevo desafío, abordado también desde la pedagogía en religión, la educación, la teología. Confluyen elementos muy importantes para mí. Más que expectativas, hay muchas ganas de poder ir y contribuir, estar disponible y abierta a recibir y también a dar lo que yo traigo, pero sobre todo a dejarme aprender por todo lo que las personas que viven en el Chad me quieran enseñar”, explica la estudiante.