¿Cómo impacta Educación UC en la justicia educativa del país?

En el patio de la Facultad de Educación y frente a más de 300 estudiantes, académicos, académicas y administrativos de la unidad, se desarrolló el conversatorio titulado “Investigar, transferir y educar: ¿Cómo impacta Educación UC en la justicia educativa del país?”. En la instancia, tres académicas respondieron a la premisa compartiendo proyectos que buscan aportar evidencia a la sociedad para mejorar distintos contextos educativos. Las expositoras fueron Cynthia Adlerstein, Cecilia Ramírez y Patricia Guerrero, quienes presentaron los proyectos “MAFA: Modelamiento del Ambiente Físico de Aprendizaje en educación parvularia”, “Conectando aprendizajes: una metodología de enseñanza basada en el juego” e “Invasión Alienígena”, respectivamente.

El espacio, moderado por el decano Alejandro Carrasco y la representante estudiantil Lía Oyarzún, fue parte de la celebración de la Apertura del Año Académico 2022, donde se dio la bienvenida a las y los alumnos que ingresaron en 2020, 2021 y 2022. La cita se realizó el 10 de marzo de manera presencial, cumpliendo con las medidas de precaución sanitarias.

MAFA: Un aprendizaje transformador

El sistema MAFA (Modelamiento del Ambiente Físico de Aprendizaje en educación parvularia), es un proyecto desarrollado por un equipo interdisciplinario integrado por académicos de la Facultad de Educación UC y la Escuela de Diseño y Arquitectura UC, que busca poner al espacio físico como tercer educador, permitiendo a los niños y niñas transformar el mobiliario en distintos objetos para potenciar la creatividad y el empoderamiento.

La académica de Educación UC, Cynthia Adlerstein, es quien ha liderado el desarrollo del proyecto y aseguró que “cuando nosotros partimos hace 10 años los jardines infantiles tenían mesas, sillas y estantes, una cuestión que detenía el movimiento de los niños y niñas, su creatividad y pensamiento. Entonces, el desafío fue flexibilizar eso rígido que existía, por eso MAFA ofrece muebles y soportes que permiten a los niños ensamblar distintos tipos de objetos. Pasamos de estar detenidos a estar en constante movimiento”.

“Nosotros partimos pensando en los ambientes, en los jardines, pero hemos empezado a transferir el sistema a otras universidades para la formación de futuros docentes”, agregó la académica sobre el sistema que pronto llegará a distintas aulas de América Latina gracias a un acuerdo con la empresa Efecto Educativo.

La autonomía a través del juego

La académica Cecilia Ramírez participó en la instancia compartiendo reflexiones sobre el proyecto titulado “Conectando aprendizajes: una metodología de enseñanza basada en el juego”. “En 2021 nos ganamos, a través de EduLab, un proyecto para trabajar con efecto educativo que tenía como objetivo trabajar con el tema de autonomía en tres pilares (ciudadanía, patrimonio y sustentabilidad), a través de un juego híbrido: una parte a través de una plataforma y lo otro a través de todos los materiales didácticos”, señaló.

El trabajo se desarrolló en las comunas de Paillaco (Región de Los Ríos) y Santiago (Región Metropolitana), junto a niños y niñas de quinto básico. Según la líder del proyecto, “hubo mucha receptividad en la comunidad de Paillaco, de trabajar en conjunto. Ahí fue casi un evento partir el trabajo y recibir todo el material que se les envió. También, en su caso, el trabajo del medio ambiente y la agricultura influyó mucho, mientras que en el caso de Santiago influyeron más temas de género y sustentabilidad relacionados con la misma ciudad”.

El objetivo principal del proyecto, explicó Ramírez, es que niños y niñas tomen conciencia de la sustentabilidad, a través de un trabajo colaborativo.

Participación y reinserción escolar

Finalmente, la académica Patricia Guerrero presentó el proyecto “Invasión Alienígena”, juego que busca facilitar los diagnósticos de aprendizajes de estudiantes que se reinsertan en el sistema educativo.

“En la ONG Súmate necesitaban un instrumento de diagnóstico para ver en qué nivel llegan las y los jóvenes que quieren volver al colegio después de mucho tiempo de estar fuera. Y en esa idea se nos ocurrió hacer un juego de mesa que fuera entretenido y que pudiera ser una buena forma para diagnosticar qué nivel de aprendizaje tenían los estudiantes”, contó la académica sobre el instrumento que busca, además, que las y los estudiantes se conozcan para potenciar una buena convivencia escolar.

Por lo anterior, la académica señaló que el desarrollo del instrumento se desarrolló también en instancias colaborativas entre distintos estamentos, ya que “la salud mental solo es posible si hay colaboración. Al interior de las escuelas colaboramos desde la universidad, pero también con las y los estudiantes a través de metodologías participativas”.

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